A partir de los 13 meses, los bebés no solo podrán moverse mejor y controlar sus piernas (algunos pueden caminar solos y, en cambio, hay otros a los que todavía les cuesta mantener esta posición y piden la ayuda de su padre y dedo de la madre para tomarlo). También desarrollan otras habilidades con las manos. Están acostumbrados a atrapar, lanzar y manipular objetos, incluso cucharas, bolígrafos, y ahora pueden hacer garabatos más precisos y significativos. ¡Pruébalos y verás lo que pueden hacer! Un bebé todavía tiene un largo camino por recorrer antes de que pueda agarrar bien los objetos y controlarlos, pero poco a poco, dependiendo del interés y la habilidad, irá progresando más o menos en equilibrio. 

Cada vez el niño aguanta y equilibra mejor. Al decimocuarto mes de vida, sus piernas ya están más fuertes y puede caminar de un lugar a otro sin descanso. La seguridad del bebé en casa es muy importante en esta etapa, sobre todo para evitar que el bebé se caiga o tenga algún otro accidente. Es necesario proteger las esquinas de las mesas, tapar los enchufes, poner mallas en las ventanas y evitar que el bebé esté solo en la cocina, p. Los bebés ya pueden controlar los movimientos de las manos. Les gusta jugar con pelotas, tirarlas o patearlas. Su capacidad de coordinación se desarrolla poco a poco, día a día. 

Se levanta y se sienta sin la ayuda de adultos, incluso recoge cosas del suelo y le encanta explorar su entorno. A esta edad empiezan a valorar su independencia, por lo que es natural que empiecen a huir de algo o quieran soltarte la mano para caminar por la calle. Los padres siempre deben tratar de brindarles esta autonomía en un espacio seguro. 

Aunque el niño de dieciséis meses camina con más confianza, aún le toma un poco más de tiempo adquirir habilidades motoras finas. Sin embargo, ya puedes ver si quiere usar una mano para la otra. Si le das papel y crayones, se divierte rascando y calcando, agarra los cubiertos con mucha más facilidad e incluso puede recoger pequeños objetos con las manos, incluso pequeñas motas de polvo que se encuentran en el suelo. Debes tener mucho cuidado porque a esta edad es muy fácil que se atraganten con un objeto pequeño. 

El bebé ahora puede subir escaleras sin gatear, aunque todavía necesita la mano de un adulto para evitar que se caiga. Les encanta trotar y correr, pero todavía no tienen una técnica muy perfecta. Es muy importante que estés con él para evitar que se caiga y sobre todo que tenga miedo de estar solo y conocerse a sí mismo. Su motricidad fina se desarrolla cada día más, por lo que no es de extrañar que en algún momento se baje los pantalones, se quite el pañal o se desabroche la camisa. Algunos bebés intentarán desvestirse (¡ya menudo lo logran!), como quitarse una chaqueta holgada. Puedes ver cómo prefiere tomar las cosas con una mano antes que con la otra. 

Es posible que haya notado que su bebé está creciendo más lentamente que antes, esto es normal porque después de un crecimiento rápido, los niños comienzan a crecer más lentamente en este momento. Sin embargo, existen otros aspectos que evolucionan rápidamente como el aprendizaje, el lenguaje, la coordinación o el equilibrio. De hecho, a los 18 meses, tu hijo camina y corre por la casa y le encanta ir al parque y jugar en la arena, subirse al tobogán y sentirse libre en los columpios. Si todavía no camina y sobre todo no se sostiene por sí solo, consulte a un pediatra, porque esto puede ser una señal de alerta en su desarrollo.